Si estás buscando una opción saludable y deliciosa para tu desayuno, no busques más allá de los huevos benedictinos. Este plato es rico en proteínas y nutrientes, pero también tiene un sabor increíble gracias a la salsa holandesa y los ingredientes frescos.
Para preparar la salsa holandesa, necesitarás un tazón resistente al calor y una cacerola pequeña. Comienza llenando la cacerola con agua y calentándola a fuego medio-bajo.
Mientras tanto, mezcla las yemas de huevo y el zumo de limón en el tazón resistente al calor. Coloca el tazón encima de la cacerola, asegurándote de que el agua no toque la parte inferior del tazón. Bate la mezcla mientras se calienta, hasta que espese y se forme una textura espumosa.
Quita el tazón del fuego y agrega la mantequilla derretida poco a poco, batiendo constantemente. Agrega sal y pimienta al gusto, y revuelve hasta que la salsa esté suave y uniforme. Reserva la salsa para más tarde.
Para preparar los huevos benedictinos, comienza pochando los huevos en agua hirviendo con una pizca de sal y vinagre blanco. Asegúrate de que los huevos estén lo suficientemente frescos para que la clara se mantenga bien junta alrededor de la yema.
Mientras tanto, tuesta el pan integral y coloca las espinacas frescas encima de las rebanadas de pan. Agrega las rodajas de aguacate sobre las espinacas.
Una vez que los huevos estén listos, colócalos encima de los vegetales y agrega la salsa holandesa encima. Rocía un poco de aceite de oliva extra sobre los huevos y sirve inmediatamente.
Además de ser deliciosos y llenos de nutrientes, los huevos benedictinos también son súper versátiles. Puedes agregar otros vegetales frescos, como tomates cherry o champiñones, para un sabor aún más delicioso.
En resumen, los huevos benedictinos son una excelente opción para un desayuno saludable y delicioso. Con su alto contenido de proteínas y nutrientes, son perfectos para ayudarte a comenzar tu día con energía y vitalidad.